La unidad

‘Lenin ante el Instituto Smolny’ – Isaac Brodsky


Extraído de Obras Completas de Lenin.

Editorial Progreso. Traducción al Español.

Tomo 25

Digitalizado por Referencia Comunista


LA UNIDAD

En Petersburgo se han publicado ya tres números de la revista Borbá, que se proclama “no fraccionista”. La línea principal de esta revista es defender la unidad.

¿Unidad con quién? — Con los liquidadores.

En el último opúsculo de Borbá se publican dos artículos en defensa de la unidad con los liquidadores.

El primer artículo pertenece al conocido liquidador Y. Larin, el mismo Larin que dijo hace poco en uno de los órganos de prensa liquidacionistas:

“El camino del desarrollo capitalista será limpiado de vestigios abso­lutistas sin ninguna revolución… La tarea inmediata consiste en… inculcar en vastos medios la idea directriz de que, en el período iniciado, la clase obrera debe organizarse, no ‘para la revolución’, no ‘en espera de la revolución’…”

Pues bien, ese mismo liquidador defiende ahora en Borbá la unidad y propone su fórmula: la federación.

La federación es un acuerdo de organizaciones iguales en derechos. Es decir, Larin propone que, al determinar la táctica de la clase obrera, se iguale la voluntad de la mayoría abrumadora de los obreros -que defienden el punto de vista de “las consignas no recortadas”— con la de grupitos insignificantes de liquidadores que sustentan en grado mayor o menor el punto de vista de las palabras que acabamos de citar. Según el ingenioso plan del liquidador Larin, se priva a la mayoría de los obreros del derecho a dar cualquier paso hasta que no reciban la conformidad para ello de los señores liquidadores de Sévernaya Rabóchaya Ga­zeta.

Los obreros han rechazado a los liquidadores. Ahora, de conformidad con el plan del liquidador Larin, deben tener de nuevo una función dirigente con la ayuda de la fede­ración. Por lo tanto, la federación que propone Larin es simplemente una tentativa de volver a imponer a los obreros la voluntad de los liquidadores, rechazados por el movi­miento obrero. Puesto que no nos han dejado entrar por la puerta, razonan los liquidadores, nos colaremos por la ventana y llamaremos “unidad a través de la federación” a esta transgresión en la práctica de la voluntad de la mayoría de los obreros.

La Redacción de la revista Borbá polemiza con Larin. La federación, es decir, el acuerdo gradual de los liquida­dores y los marxistas como partes iguales en derechos, no satisface a dicha Redacción.

No quiere un acuerdo con los liquidadores, sino una nueva fusión con ellos “sobre la base de decisiones tácticas comunes”, lo cual significa: la mayoría abrumadora de los obreros, que se han agrupado estrechamente alrededor de la línea táctica de Put Pravdi, debe renunciar a sus decisiones en aras de una táctica común con los liquidadores.

A juicio de la Redacción de Borbá, la táctica concebi­da por los obreros conscientes, y comprobada con la experien­cia de todo el movimiento de los últimos años, debe ser dada de lado. ¿Para qué? Para dejar lugar a los planes tácticos de los liquidadores, a concepciones condenadas por los propios obreros y por todo el desarrollo de los acontecimientos.

Las prédicas de la unidad con los liquidadores que ha­ce la Redacción de Borbá se basan en la más completa falta de respeto a la voluntad, los acuerdos y las opiniones de los obreros conscientes.

Los obreros han expresado su voluntad de un modo claro y concreto. Toda persona que no haya perdido aún la razón dirá con exactitud qué táctica cuenta con las simpatías de la inmensa mayoría de los obreros. Pero llega el liquida­dor Larin y declara: para mí, la voluntad de la mayoría de los obreros no significa nada; que esa mayoría se aparte y reconozca que la voluntad de un grupito de liquida­dores es igual en derechos y en valor a la voluntad de la mayoría de los obreros conscientes.

Y tras el liquidador llega un conciliador de Borbá y declara: ¿que los obreros han concebido una táctica concreta y se esfuerzan por aplicarla? Tonterías. Que renuncien a esa táctica probada en aras de las soluciones tácticas comunes con los liquidadores.

Esta transgresión de la voluntad de la mayoría de los obreros, claramente expresada, para conceder a los liquidadores un espacio igual es precisamente lo que denominan unidad los conciliadores de la revista Borbá.

Pero eso no es unidad, sino una burla de la unidad y de la voluntad de los obreros.

Los obreros marxistas no conciben así la unidad.

No puede haber unidad, ni federativa ni de ningún otro carácter, con los políticos obreros liberales, con los desorganizadores del movimiento obrero, con los infractores de la voluntad de la mayoría. Puede y debe haber unidad de todos los marxistas consecuentes, de todos los defensores del todo marxista y de las consignas no recortadas, independientemente de los liquidadores y sin ellos.

¡La unidad es una gran cosa y una gran consigna! Pero la causa obrera necesita la unidad de los marxistas, y no la unidad de los marxistas con los enemigos y los falseadores del marxismo.

Y debemos preguntar a cada uno de los que hablan de unidad: ¿Unidad con quién? ¿Con los liquidadores? Entonces no tenemos nada que hacer juntos.

Pero si se trata de la unidad verdaderamente marxista, diremos: desde el momento mismo en que aparecieron los periódicos pravdistas venimos llamando a la cohesión de todas las fuerzas del marxismo, a la unidad por la base, a la unidad en la labor práctica.

¡Ningún coqueteo con los liquidadores, ninguna negociación diplomática con los círculos de destructores del todo! ¡Dediquemos todas las fuerzas a cohesionar a los obreros marxistas alrededor de consignas marxistas, alrededor del todo marxista! Los obreros conscientes considerarán un crimen toda tentativa de imponerles la voluntad de los liquidadores y un crimen igual la dispersión de las fuerzas de los verdaderos marxistas.

Porque la base de la unidad está en la disciplina de clase, en la aceptación de la voluntad de la mayoría, en la labor mancomunada en las filas de esa mayoría y al unísono con ella. No nos cansaremos de exhortar a todos los obreros a esta unidad, a esta disciplina, a esta labor mancomunada.

«Put Pravdi”, núm. 59, 12 de abril de 1914

Se publica según el texto del periódico


Extraído de Obras Completas de Lenin.

Editorial Progreso. Traducción al Español.

Tomo 25

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